El brazo izquierdo extendido. Y la curva del arco asido con tal fuerza por la mano izquierda, que era imposible que tan siquera osara pestañear u oscilar: ambos, arco y brazo, semejaban un equilibrio pétreo, casi estatuario. A que la inmovilidad anterior se diera ayudaba la mano derecha tensando la cuerda del arco y equilibrando la flecha. La parte derecha del rostro acariciaba el final de la flecha, bueno, mejor dicho, las plumas de oca que hacían de contrapeso de la flecha y el dedo pulgar de la mano derecha. El arquero mostraba su tensión en esta posición. Su mirada, la mirada del ojo derecho, el izquierdo permanecía cerrado, se dirigía al centro de la diana sita a unos 60 metros: era el primer disparo de Agustín, el primer disparo después de haber tenido un accidente de moto y haber quedado sentado en una silla de ruedas y después de haber abandonado el atletismo que le apasionaba. Pero eso ahora no importaba.Lo realmente importante se iba desarrollar cuando la flecha cobrara vida, vida con vuelo…o el vuelo de una nueva vida.
Ene
28
2014
Por suerte, pudo encontrar otro deporte para hacer, otra pasión.
Bien escrito.
Apasionante. Besos.
Se conformó o apretaba la mandíbula mientras disparaba?
Un abrazo.
Buscarle la vuelta a la vida es esencial, lleva al deportista adentro de el mismo. Un gusto leerte y saludarte Juliano….
Me gusta mucho el giro de tu relato (y que hayas vuelto a publica, más)
besos zamorano.
Queda patente en tu escrito que amar el deporte es una disposición del espíritu que trasciende las limitaciones físicas. Me ha gustado la tensión de ese arco tensado, de esos brazos extendidos y ese doble vuelo, el de la flecha hacia el objetivo por un lado y el vuelo del protagonista por medio del deporte, de nuevo. Un placer toparme de nuevo con tus escritos y a través de ellos, contigo.
Un fuerte abrazo.
Primero me alegro de leerte, luego admiro tu exquisita forma de ponernos en escena, la tensión de la cuerda del arco, la caricia de las plumas, arquero y arco en perfecta conjunción. Y una nueva forma de disfrutar la vida.
Un enorme beso y enterito.
Holaaaa! (perdón por el exabrupto, pero me alegra volver a leerte!).
La historia conmueve, como un hecho trágico, capaz de cambiar la vida de una persona, puede, lejos de desmoralizar y deprimir, buscar y encontrar un nuevo curso. Lo has relatado de manera detallada, cómo el deportista va a lo suyo con el cuidado y la dedicación pertinentes, dejando para el final, el reto que le implica dada su situación actual. Un gusto leerte!
Besos!
Gaby*
Le gustaba el deporte, no importaba cuál, y supo sobreponerse a la dura competición que la vida le impuso. Besote
¡¡¡Bienvenido!!!, han tenido que ser los deportes los que te hayan movido para acompañarnos en los jueves. ya tenía ganas.
Muy bueno el relato de Agustín y su nueva vida.
Un abrazo
Hola: Hay un deporte para cada edad y circunstácia. se trata solo de encontrarlo y que encaje con tu modo de ser, y con tus preferencias. lodemas viene rodado.
Un relato muy humano,amigo.
Saludos muy cordiales
Un relato escrito con gran sensibilidad como todos los que he leído escritos por tí. Es maravilloso después de un trauma tan grande poder encontrar algo que te satisfaga tanto como lo que hacías con anterioridad. Genial texto
Saludos
Tu relato demuestra que si bien hay momentos que pueden cambiar la vida de las personas, también esta la voluntad, el querer sobreponerse y plantearse nuevos desafíos. Me ha gustado el enfoque que le has dado al tema.
Un beso!
Magnífico retorno que nos has regalado, Gus!…me alegra doblemente que hayas decidido volver, uno, por que se te extrañaba mucho y dos, porque imaginé que con este tema te ibas a lucir…y no me equivoqué!
=)
Muy emotivo tu relato, ese deporte era el comienzo de una nueva vida, diferente pero una vida al fin y al cabo.
Un abrazo
Supo adaptarse a las circunstancias… no es fácil… me gusta tu relato Juliano… se te echa de menos, apóstata..
Besos!!!
Lo primero es que me ha gustado volver a leer un relato con algunos toques tan propios tuyos.
Lo segundo, un relato que marca un inicio, que se dirige hacia un punto concreto al que confío que llege.
Medio beso.
Es muy conmovedor tu relato y muestra la capacidad de adaptación y la superación del ser humano!
Un beso
Lo más importante es la decisión de tensar el arco y disparar la flecha. Y como bien decís no importa si siquiera acertó a la diana. Muy bello.
Abrazo