sí, en la casa de encarni…
recuerdo perfectamente que la vela encendida la introducía en una cajita cuadrada, la cual tenía un lado al descubierto…y por ese lado, la luz de la vela incidía sobre las manos del tío manuel…
recuerdo perfectamente que en aquellos inviernos de pueblo y de luz eléctrica que se iba a la más mínima gota de lluvia que el cielo descargaba, al amor de las sombras chinescas del tío manuel, vivíamos mundos de conejos enorrrmes, mundos de cigüeñas de picos negros, mundos de dragones sin fuego, mundos de paladines montados en caballos , pero sin espadas, mundos de princesas sin paladines que las vinieran a rescatar, mundos de lunas en cuarto creciente en un cielo sin estrellas y mundos de bosques con un solo árbol…y el tío manuel que alentaba cada uno de esos mundos con sonidos salidos de no se sabía dónde…por ejemplo, veíamos las ramas del árbol moverse y producir ruido debido al empuje del viento; veíamos imaginariamente el resto del bosque negro, muy negro, un bosque donde habitaba la princesa y el paladín y la cigüeña y…¡¡pero siempre veíamos una sola cosa, una sola silueta-sombra…¿tío, por qué no nos pones más árboles, por qué no nos pones el fuego del dragón y otro paladín? ¿ a ver, quieres más sombras? pues súmate con tus manos y…ven, ven acá y haz esta forma…y sí, y sí, viva, viva, desde aquella noche, tuvimos una princesa y un paladín y un dragón y su fuego y un árbol y otro y otro haciendo casi casi un bosque…las manos de mis primos y las mías se habían sumado a las del tío manuel y…
julianoelapostata56 
Bella y tierna evocación a la luz de las velas.El juego de los niños, las huellas de la infancia, las manos de todos los primos con el Tío Manuel, dejaron recuerdos imborrables que han sido rescatados por tus letras como la princesa del Dragón: con hidalguía y romanticismo.
Un fuerte abrazo(qué rápido pasa la semana!!! ya estamos a jueves … 🙂
besos
en un principio habíame ido por la vela y por la cera en pos de un cuerpo femenino..pero…pero, me recordé de las sombras chinescas…que la verdad, son encantadoras…
hace un frío que pela…
medio beso.
Hoola juevero lunero, te comento otro día, me entró la semana con gripe, pero me parece que me voy a enamorar de las sombras del tío Manuel. Medio beso sin virus, de lejos.
ay, ay ay…ayer me fui de paseo, de uno de esos paseos de 9 kilómetros. a la vuelta, lluvia: ¡¡me caló! y aún así no me entró catarrazo ni na…le manda cojones, debo de star hecho de otra pasta…
medio beso…
Que tempranero ha salido mi niño entre las sombras, perooooooo querido juevero te enlazo como mucho el miercóles por la noche ¿ok? Un besito entre las sombras 🙂
a quién le dices que le enlazas el miércoles? no será a ese desgraciado de maragato, natural de zamora y que firma como juliano?
ah, sí, claro…de mi parte, encrani, le dices a ese que…ajjajaja
un beso, dejo los medios besos para cuando te comente.
Ah, qué bonito, eso es porque la imaginación iba más allá y las pequeñas mentes necesitaban más y más… Muy tierno.
Un besito, gatito.
sabes, me siguen gustando más, al menos a la hora de escribir, pues me salen solas, las historias con sangre y así…
aunque, a lo que parece, el lado tierno debe de estar dentro de mí, ainssss
medio beso, mamá.
Como supongo que estarás de paseo, o en bicicleta bajo la lluvia, o pegándole a la pelota, o con el Tío Manuel, te digo para cuando regreses, que mi tío (que no era Manuel, sino Jacinto) también nos sorprendía con las sombras de las manos. Benditas manos las de nuestros tíos que nos dedicaron ingenio y cariño, entre sombra y sombra.
Por cierto, el tío Manuel (el otro, el Serrat) tiene un disco que titula «Sombras de la china» imprescindible, para regalar a los tíos de uno.
Besos
Alfredo
si me hubieras dicho sabina en evz de serrat, sí, diría que imprescindible…
hoy, maldita sea, ni pelotazos, ni paseo ni ejercicio de ninguna clase…en cierta manera mi cuerpo y mi ánimo están cabreados ahora…así que mañana, hecha ya la comida , y habiendo ido primero a lo de julito a por mi cafelito, PPEEDDAALLEESS, bajo este frío castellano , el cual es de tres pares de cojones bajo cer…
medio beso.
Eran formas sabias de entretener a los críos que en aquella época no tenían maquinitas de video juegos.
la pena es que ahora, creo yo, sí que hay demasiadas maquinitas y demasiado DEJAR A LOS NIÑOS AL CUIDADO Y CON LAS MAQUINITAS…
medio beso.
La verdad es que ese Gus a veces se muestra tierno contando este tipo de entretenimientos que hacian las delicias de los más pequeños. Yo era una de esas que ponía las manos para transformarlas en algun animalejo.
Me ha gustado mucho esa mariposa que vuela entre las dos manos reflejada en la pared 🙂
Un beso entero
sabes, en un principio quise describir la cera de una vale cayendo hacia un cuerpo desnudo de mujer…pero no me lo creía. con eso y debido a ello, me desvíe por este camino…
medio beso.
Gus, has llenado mi cabeza de recuerdos de infancia, yo no tenia un tío Manuél, ni casa en el campo, pero jugaba con mis hermanos en invierno, haciendo sombras chinescas.
¡ Que bueno ! Te has ganado un abrazo, con besote infantil dentro.
sabes, sólo sé hacer el conejo y la paloma…de ahí no paso. quizá si hubiera jugado a las sombras de pequeño…
medio beso.
Muy bonito lo de las sombras en la pared, aprovechándolas para contar historias. Bonito recuerdo de tu tío.
Un abrazo
este texto es totalmente inventado…o quizá un deseo nunca satisfecho, quién sabe, carmen.
medio beso.
Siempre me gustó esa magia que generan las sombras chinas sobre una pared, hay gente que hace cosas maravillosas. Tu historia me resultó tierna, pude imaginar esa casita con esos niños alrededor de su tío, entretenidos con tan pocos elementos pero con una gran imaginación!!!
Hermoso jueves el tuyo Gus.
Un besote!!!
sabes, sindel, a veces, pocas veces, adquiero la sensibilidad de lo femenino, del elemento femenino…y esta ha debido ser una de esas veces…
medio beso.
Recrear la imaginación, unas cuantas manos , unidas formando figuras, un cuento, de príncipes, espadachines y el príncipe de la llama que vive y sueña. La calidez con el impulso del viento y la voz del tío. y muchos ojitos mirando la mas tierna ilusión.
Me encanto.
Un beso Gus!!!
suelo ser más de historias truculentas. pero a veces, sólo a veces, al menos eso creo, me salen historias delicadas como esta…
medio beso.
Ese tío incentivó tu imaginación para crear años después algo tan bueno y acorde a la propuesta. Además es un entretenimiento tan simple, que todos hemos jugado alguna vez. Excelente
Qué lindo! Imagino todas esas manos unidas creando sombras y personajes de cuentos!
Me vino a la mente el recuerdo de mi abuelo Duilio, él era especialista en hacer figuras y darles vida a esas sombras con sus manos, era un encanto verlo… y una frustración para mi prima y para mí, que por más que lo intentábamos no lográbamos imitar su arte.
La imagen de todas las manos unidas movilizadas por el tío Manuel me pareció realmente emotiva!
Un beso! Y lindo jueves!
Gaby*
y mira que había iniciado este relato como…no, perdón….había iniciado en primer lugar una idea basada en la cera de la vela, y en la cera de la vela cayendo en la piel desnuda de una bella mujer…
pero no supe desarrollar tal idea…y por arte de birlebiloque…salió esta otra…la cual, a decir verdad, me gusta más…
medio beso, gaby.
El tio Manuel, igual que el tio Gus, sabía como encandilar a sus sobrinitos. El tio Manuel con sus sombras chinescas, el tio Gus, embelesándolos con historias que arrinconadas en el fondo de la memoria, se desplazan hasta alojarse en el propio corazón. ¡¡¡Bien por el tio Manuel y por el tio Gus!!!
Medio abrazo
Hola, Gus.
Me ha encantado leerte y recordar esas historias que tanto hacian disfrutar a los pequeños de la casa. Entonces si que habia tiempo de todo. Sobre todo, de atender a la gente menuda con sosiego. Ahora, dile a una pareja de padres jóvenes que se pongan a jugar con sus hijos a la sombra de una vela… Y dicen que progresamos…
Un abrazote. Entero.
Lupe
Quéin tuviera un tio Manuel a mano, par hacernos ver todas las cosas maravillosas que el inventaba con sus manos y la sombra de una vela prendida. maravillosos recuerdos de infancia jamás superados por otros.
Un abrazo
Bonito recuerdo de sombras chinescas, de infancia y de adultos cercanos. Buen relato.
Un abrazo.
Entrañables recuerdos, Gus!…me has hecho recordar unas vacaciones que pasamos con mi marido e hijas en Uruguay, cuando estábamos muy ajustados de plata y paramos en una casa a medio hacer que ni televisión tenía..entonces para entretener a las chicas hacíamos sombras chinescas contra una pared, y la verdad es que nos divertimos de lo lindo!. Todavía tenemos muy presente aquella manera barata de diversión que redescubrimos ese verano!
Un abrazo
Pues que me encanta, que esas velaas ante una pared en la que se proyectan sombras formando figuras y más aún si se colabora en formarlas me parecen mucho más instructivas que mirar pantallas o interactuar con ellas con las reglas de la máquina.
Medio beso, amigo.
No se porque razón sale un nombre que no es el mio. soy Montserrat Sala, te acabo de comentar, y nose como deshacer el entuerto. si tu lo sabes, profa, indícamelo.
Bueno pues han pasado,otros comentarios por delante. el mio es el que viene a nombre de Pallerols
Pues que suerte Gus tener un tio que amenizaba las tardes a la luz de una vela haciendo volar la imaginación de los niños creando figuras con sus manos, tu hoy con tu relato haces lo mismo, nos empujas a imaginar y a soñar con esa luz de vela y esas sombras reflejadas en la pared.
Un beso (entero por su puesto)
Veo que hoy has querido compartir con tus compis jueveros tiernos recuerdos de la infancia a la luz de una vela, tal y como nos propone Encarni. Me he imaginado las sombras chinescas del tío Manuel y a todos los niños alrededor observándolas con la boca abierta. Hay que ver lo fácil que es hacer felices a los peques, eh? Y lo bien que os lo pasabais. Un beso.
Ahhhhhhhhh fue el tío Manuel el que le enseñó a hacer la chiforímpula! con razón le sale tan bien!
Un cuento que parece un recuerdo verdadero por como está contado; una historia simple y bonita.
abrazo
Pienso que todos, en alguna ocasión, hemos disfrutado con la magia de las sombras chinescas. Carente de la necesaria imaginación, nunca se me hubiera ocurrido lo de la cajita con una abertura lateral. Siento no haber tenido un tio Manuel que llenara mis tardes con la magia de esas sombras. yo tampoco pasé nunca del conejo, el perro y la paloma.
Un abrazo.
Que entretenido debo decir que me encantan las sombras chinescas, me atrapan completamente, pero hace mucho tiempo que ya de eso nada… no se por que
El tío Manuel, desde luego era una joya y hacía las delicias en noches sin luz. Un recuerdo precioso
Un beso
Lola
Porque la magia siempre parte de las personas, aquellas que saben captar la atención de un niño con juegos sencillos y casi sin darte cuenta la fantasía hace el resto… Bonita idea… sombras chinescas
Bssss
Los niños no se conforman, siempre quieren más. Se les puede decir que no, que basta, que hasta ahí podiamos llegar. Pero también se puede probar a satisfacer sus deseos y entonces, la magia se multiplica, como en tu relato.
Saludos!
Gus, la siguiente convocatoria, en casa de Rochies.
Me debes la foto de un tomate. xD Del dinero olvídate, que la semana que viene me va a tocar la lotería y con eso ya me llega para la hipoteca.
Por favor, no le eches la bronca a San por chivarlo a los cuatro vientos en su último posts… 😛
Besos, simpático. 🙂